Hoy en día, trabajar desde casa se ha convertido en la norma para muchos. Sin embargo, esta comodidad puede venirse abajo cuando la procrastinación hace acto de presencia, convirtiéndose en el enemigo silencioso de nuestra productividad. 

Es cierto que hay estudios que demuestran que el trabajo remoto es más productivo que el trabajo presencial. Pero eso no quiere decir que el trabajo remoto no tenga retos. 

Todos tenemos puntos débiles. Para algunos, un ritmo de trabajo errático. O, en otras palabras, postergar las tareas pendientes de manera constante. A esto se le conoce como procrastinación. Si es tu caso, este blog es para ti. 

¿Alguna vez te has encontrado a ti mismo revisando las redes sociales, viendo un video aleatorio, o simplemente soñando despierto cuando deberías estar trabajando? Si es así, no estás solo. Este artículo está diseñado para ayudarte a superar la procrastinación en el trabajo remoto, ofreciéndote cinco estrategias efectivas que puedes implementar hoy mismo.

¿Por qué procrastinamos en el trabajo (y en la vida)?

por que procrastinamos en el trabajo y en la vida

Se han hecho muchos estudios científicos sobre la procrastinación. También se han publicado muchos libros sobre por qué procrastinamos. 

Autores como Joseph Ferrari, Piers Steel, Timothy A. Pychyl o Clarry H. Lay han estudiado este tema y algunos de ellos han publicado libros sobre él. Uno de ellos es “Procrastinación: Por qué dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy”, de Piers Steel. Este libro nos dice algo muy importante: 

El primer paso para dejar de procrastinar es saber por qué lo hacemos. Quizá eres víctima de uno o más de estos casos: 

Impulsividad

Las personas impulsivas tienden a priorizar recompensas inmediatas en lugar de recompensas a largo plazo. Por eso posponen tareas que no son divertidas en el momento.

Falta de autocontrol

Quienes carecen de autocontrol les cuesta resistir la tentación de posponer una tarea aburrida y optar por actividades más placenteras.

Inseguridad

Las personas inseguras suelen procrastinar para evitar cometer errores o quedar mal, prefiriendo evitar la tarea.

Perfeccionismo

Los perfeccionistas procrastinan porque temen no cumplir con estándares muy altos. Posponen la tarea para no enfrentar la posibilidad de fracasar.

Ansiedad

La ansiedad por empezar o completar una tarea difícil puede llevar a procrastinarla para evitar ese malestar.

Depresión

La apatía, pesimismo y baja energía de la depresión favorecen la procrastinación al disminuir la motivación.

Rebeldía

A algunos les gusta procrastinar porque sienten que están desafiando la autoridad al ignorar plazos y normas.

Aversión a la tarea

Evitar tareas aburridas o desagradables es una razón común para procrastinarlas.

Reflexiona sobre qué es lo que te hace Si logras identificar tu tipo de procrastinación darás un gran paso para empezar a combatirla. 

Consejos para luchar contra la procrastinación

Contra la parálisis por análisis, ¡solo empieza!  

Frecuentemente, cuando nos enfrentamos a una tarea grande o desafiante, podemos sentirnos abrumados por la magnitud de lo que hay que hacer, induciéndonos a un estado de “parálisis por análisis”. 

Este estado se caracteriza por pasar más tiempo pensando y analizando la tarea, en lugar de tomar acción y realmente empezar a trabajar en ella. La mejor manera de superar este obstáculo es simplemente empezar. Da el primer paso, no importa cuán pequeño sea. Una vez que se inicia la acción, se genera un impulso que suele facilitar los pasos subsiguientes. 

Es importante recordar que la perfección no es el objetivo inicial; el objetivo es romper la inercia y empezar a moverse.

Establece objetivos claros y alcanzables 

Al definir tus metas de trabajo de manera realista y detallada, te será más fácil combatir la procrastinación. El primer paso es dividir las grandes tareas en porciones más pequeñas de trabajo haciendo una lista de tareas.

Recuerda que los objetivos grandes pueden ser desalentadores, por eso es que conviene dividirlos en tareas más pequeñas y manejables. No olvides determinar fechas de entrega precisas, pensando en el corto plazo y el largo plazo. 

Utiliza técnicas de gestión del tiempo 

Usa métodos como la técnica Pomodoro, que implica trabajar en bloques de tiempo de 25 minutos y tomar descansos regulares. Estos métodos pueden ser muy efectivos para mantener la concentración y evitar la procrastinación.

Cuida tu salud física y mental

La falta de sueño, una mala alimentación y el estrés pueden fomentar la procrastinación. Cuidar de tu bienestar general puede ayudarte a aumentar tu energía y tu concentración, lo que a su vez te permitirá trabajar de manera más efectiva.

Elimina las distracciones

En la medida de lo posible, intenta crear un ambiente de trabajo libre de interrupciones. Esto podría implicar cerrar las pestañas del navegador no relacionadas con el trabajo, apagar las notificaciones de las redes sociales o incluso invertir en unos auriculares con cancelación de ruido.

Si este blog te sirvió… ¡Ponlo en práctica y deja de procrastinar tu crecimiento profesional! El trabajo remoto que estás buscando te espera en Anequim. Deja tu CV y empieza a crecer en tu carrera desde el trabajo remoto YA.