¿Te pasa que no te sientes productivo? ¿O te sientes culpable cuando piensas en tu rendimiento diario?

Quizá sufras de lo que se conoce como “dismorfia de la productividad”, un fenómeno del que padecen muchos trabajadores.

¿Qué es la dismorfia de productividad? Un tema de salud mental en el trabajo

La dismorfia de la productividad es una preocupación constante y a menudo irracional por la percepción de tu propio rendimiento. A pesar de cumplir con tus tareas y responsabilidades, puedes sentir que no haces lo suficiente, que siempre podrías hacer más, o que no estás a la altura de tus expectativas o las de los demás. Esta sensación puede generar estrés, ansiedad y una constante insatisfacción personal, impactando negativamente en tu bienestar general y en tu calidad de vida.

En el entorno laboral actual, donde la eficiencia y el alto rendimiento son altamente valorados, esta dismorfia puede volverse especialmente prevalente. Las redes sociales y la cultura del “hustle” o “esfuerzo constante” también contribuyen a esta presión, ya que a menudo glorifican la productividad extrema y la capacidad de estar siempre ocupado.

En este artículo, exploraremos más a fondo qué es la dismorfia de la productividad, cómo reconocer los síntomas y, lo más importante, qué pasos puedes seguir para abordar y gestionar esta condición. Si alguna vez has sentido que tu valor está directamente relacionado con tu nivel de productividad, este artículo es para ti.

¿Padeces de Dismorfia de la Productividad? Test para descubrirlo

padeces de dismorfia de la productividad test para descubrirlo​

¿Con qué frecuencia sientes que no has hecho lo suficiente en tu día, incluso cuando has completado todas tus tareas pendientes?

A) Siempre

B) Frecuentemente

C) A veces

D) Raramente

E) Nunca

¿Tiendes a compararte con otras personas en términos de cuánto trabajo realizan o cuántos logros alcanzan?

A) Siempre

B) Frecuentemente

C) A veces

D) Raramente

E) Nunca

¿Te sientes culpable o ansioso cuando tomas descansos o te das tiempo libre?

A) Siempre

B) Frecuentemente

C) A veces

D) Raramente

E) Nunca

¿Cómo te sientes acerca de la calidad de tu trabajo?

A) Nunca estoy satisfecho/a

B) Raramente estoy satisfecho/a

C) A veces estoy satisfecho/a

D) Frecuentemente estoy satisfecho/a

E) Siempre estoy satisfecho/a

¿Sientes que necesitas ser productivo/a todo el tiempo, incluso en tu tiempo libre?

A) Siempre

B) Frecuentemente

C) A veces

D) Raramente

E) Nunca

Interpretación de Resultados:

Mayoría de A/B (Siempre/Frecuentemente): Es probable que estés experimentando dismorfia de la productividad. Podrías beneficiarte de reflexionar sobre tus expectativas y buscar estrategias para manejar el estrés y la autocrítica.

Mayoría de C (A veces): Puede que tengas algunos rasgos de dismorfia de la productividad, pero no necesariamente de manera severa. Presta atención a tus patrones de pensamiento y asegúrate de equilibrar tu tiempo de trabajo y descanso.

Mayoría de D/E (Raramente/Nunca): Es menos probable que sufras de dismorfia de la productividad. Parece que tienes una percepción más equilibrada de tu productividad y te sientes más satisfecho/a con tu trabajo y tiempo libre.

Este test no es una herramienta diagnóstica definitiva, pero puede ayudar a identificar patrones y reflexionar sobre tus percepciones y actitudes hacia la productividad. Si te sientes abrumado/a o estresado/a por tu productividad, puede ser útil hablar con un profesional de la salud mental.

¿Qué hacer si sufro de dismorfia de la productividad?

que hacer si sufro de dismorfia de la productividad

Si sospechas que podrías estar sufriendo de dismorfia de la productividad, hay algunas estrategias que podrías considerar para ayudarte a manejar esta sensación. Recuerda, estos son solo consejos generales y lo que funciona para una persona puede no ser efectivo para otra. Si tu problema es grave, no dudes en buscar ayuda profesional y acudir a un terapeuta especializado en salud mental.

Establece expectativas realistas: 

Asegúrate de que tus metas diarias sean alcanzables y razonables. Evita establecer expectativas imposibles de cumplir que solo aumentarán tu estrés y sentimiento de insuficiencia.

Practica la auto-compasión: 

Sé amable contigo mismo. Reconoce tus logros y entiende que no siempre puedes rendir al 100%. Está bien tomarse un descanso y no ser perfecto.

Desconéctate de las redes sociales: 

Las redes sociales pueden fomentar comparaciones poco saludables. Trata de limitar tu tiempo en ellas y enfócate en tu propio progreso sin compararte con los demás.

Implementa técnicas de gestión del tiempo: 

Usa herramientas como listas de tareas, bloques de tiempo y técnicas de priorización para organizar tu día de manera efectiva. Esto puede ayudarte a visualizar mejor lo que has logrado.

Establece límites claros entre el trabajo y el descanso: 

Asegúrate de tener tiempo para descansar y relajarte. No es sostenible trabajar sin parar y es fundamental recargar energías para mantener un rendimiento saludable.

Busca apoyo: 

Habla con amigos, familiares o colegas sobre cómo te sientes. A veces, compartir tus preocupaciones puede aliviar parte de la carga y ofrecer nuevas perspectivas.

Consulta a un profesional: 

Si tus sentimientos de insuficiencia y estrés son abrumadores, considera buscar ayuda de un terapeuta o consejero. La terapia puede ofrecerte herramientas y estrategias personalizadas para manejar la dismorfia de la productividad y mejorar tu bienestar general.

Recuerda, es importante cuidar de tu salud mental tanto como de tu rendimiento en el trabajo. Tu valor como persona no depende exclusivamente de tu productividad. Prioriza tu bienestar y encuentra un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.

 

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